"He aquí mi siervo a quien yo sostengo, mi elegido en quien se
complace mi alma. He puesto mi espíritu sobre él: dictará ley a
las naciones. No vociferará ni alzará el tono, y no hará oír en la calle su
voz. Caña quebrada no partirá, y mecha mortecina no apagará.
Lealmente hará justicia; no desmayará ni se quebrará hasta implantar en la tierra el
derecho, y su instrucción atenderán las islas.
Así dice el Dios Yahveh, el que crea los cielos y los extiende,
el que hace firme la tierra y lo que en ella brota, el que da aliento
al pueblo que hay en ella, y espíritu a los que por ella andan".
Isaías 42, 1-5
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